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El suelo saludable y su importancia vital: entendiendo la base de todo jardín y huerto

Un suelo saludable tiene una importancia vital para cualquier jardín o huerto. La falta de nutrientes, una estructura que dificulta el enraizamiento o un Ph inadecuado, perjudican el normal desarrollo de los cultivos. Afectan a su crecimiento y reducen su resistencia a eventualidades como un clima riguroso o la presencia de patógenos. Por ello contribuir a la mejora del suelo es una tarea esencial. 

Es necesario entender el suelo y actuar para mejorarlo si quieres disfrutar de un jardín o un huerto sostenibles. El humus de lombriz ayuda a mejorar la salud del suelo. 

Un suelo saludable contribuye a un jardín con plantas más bonitas, mejor arraigadas, menos vulnerables y más fácil de trabajar. Igualmente el óptimo estado del suelo es clave para un huerto sostenible, con una mayor producción y unos alimentos más sanos. 

Además, la calidad del suelo también influye en la capacidad para retener el agua, esencial para el desarrollo de la planta y clave en el contexto actual de sequía. 

¿Qué es el pH del suelo y por qué es importante? 

El pH expresa el grado de acidez del suelo. Es decir, indica la concentración de hidrogeniones H+ que existen en el suelo. 

Hay distintos tipos de pH de un suelo

  • Entre un 6,5 y un 7,5. Se denominan suelos neutros.
  • Suelos con pH inferior a 6,5. Son suelos ácidos.
  • Suelos con pH mayor de 7,5. Son suelos alcalinos.

El pH del suelo condiciona gran cantidad de acciones. Y afecta a las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo. Incluida la disponibilidad de nutrientes del suelo, que es mayor en suelos con un pH entre 5,8 y 6,5. De ahí la importancia de un suelo saludable. 

Pequeñas variaciones pueden tener grandes efectos en el estado, el desarrollo y la salud de las plantas. Así, usar abono orgánico de lombriz en el huerto doméstico o jardín familiar contribuye a mejorar la calidad y salud del suelo. 

Identificando los tipos de suelo 

Hay tres tipos: ácidos, alcalinos y neutros.

Ácidos 

Son suelos deficientes en minerales necesarios para el óptimo desarrollo de las plantas, como el calcio, el magnesio y el potasio. Por contra, tienen mayores concentraciones de minerales perjudiciales para la planta, como aluminio, que produce daños en las raíces e interfiere la óptima absorción del calcio. 

Los suelos ácidos, con un pH inferior a 7, son ideales para una variedad de cultivos que prefieren o requieren condiciones más ácidas para absorber nutrientes de manera óptima. Aquí hay una lista de algunos cultivos y plantas que prosperan en suelos ácidos:

  • Arándanos: Requieren un pH de suelo entre 4.5 y 5.5, siendo uno de los cultivos más exigentes en cuanto a suelos ácidos.
  • Rododendros y Azaleas: Estas plantas ornamentales prefieren suelos con pH entre 4.5 y 6.0.
  • Camelias: Florecen en un rango de pH de 5.5 a 6.5.
  • Hortensias: El color de sus flores puede cambiar basado en el pH del suelo; prefieren un rango de pH de 5.0 a 6.0 para producir flores azules.
  • Aguacates: Prefieren suelos ligeramente ácidos con un pH de alrededor de 6.0 a 6.5.
  • Patatas: Crecen mejor en suelos con un pH de 4.8 a 5.5, ya que suelos más ácidos ayudan a reducir la incidencia de la sarna común de la patata.
  • Magnolias: Estas árboles y arbustos ornamentales prefieren suelos con un pH de entre 5.0 y 6.0.
  • Fresas: Prosperan en suelos con un pH de entre 5.5 y 6.5.
  • Helechos: Muchas especies de helechos prefieren crecer en suelos ácidos.
  • Pinos y otras coníferas: Estas plantas se desarrollan bien en suelos con pH ácido.

La mayoría de las hortalizas prefieren suelos ligeramente ácidos a neutros, pero no necesariamente suelos fuertemente ácidos. El rango ideal de pH para la mayoría de las hortalizas se sitúa entre 6.0 y 7.0. Dentro de este rango, las plantas pueden absorber los nutrientes del suelo de manera óptima, lo que es crucial para su crecimiento y desarrollo. Aquí algunos ejemplos específicos:

  • Tomates y pimientos: Como mencionamos antes, prefieren un rango de pH de 6.0 a 6.8.
  • Zanahorias, lechugas y espinacas: Estas hortalizas también crecen bien en suelos con un pH cercano a 6.5.
  • Brócoli y coliflor: Prefieren un rango de pH entre 6.0 y 7.0.

Aunque estas preferencias de pH no clasifican como «ácidas» en el sentido estricto (por debajo de 6.0), sí indican que estas hortalizas prefieren condiciones no alcalinas. Un suelo demasiado ácido (por debajo de 6.0) puede ser perjudicial para la mayoría de las hortalizas, ya que puede limitar la disponibilidad de nutrientes y aumentar el riesgo de ciertas enfermedades.

Las enmiendas orgánicas, como el aporte de humus de lombriz líquido ayuda a bajar el ph en suelos alcalinos (por encima de 7.0) y por descontado a mejorar los nutrientes de los suelos ácidos. También la rotación de los cultivos contribuye a lograrlo. 

Alcalinos

La forma más fácil de identificar un suelo alcalino es con una sencilla prueba. Coge un poco de tierra, disuelvela en un recipiente con agua destilada y añade vinagre. ¿Burbujea? Entonces, tienes un suelo alcalino. Pero también, para tener más precisión, puedes hacer una prueba de PH con una tira reactiva. 

Para las plantas acidófilas es complicado crecer en este tipo de terreno. Además, como su estructura es pobre y densa, muchas plantas tienen problemas para enraizar de forma adecuada. También hay otro obstáculo: su baja capacidad de infiltración y lenta permeabilidad, que dificulta el desarrollo de plantas que precisan humedad constante del suelo.

Los cultivos que se adaptan bien a suelos alcalinos no necesariamente los «necesitan», pero sí son capaces de tolerar o prosperar en estas condiciones donde otros cultivos pueden tener dificultades. Los suelos alcalinos tienen un pH superior a 7, y esta condición puede limitar la disponibilidad de ciertos nutrientes esenciales, como el hierro, el manganeso y el zinc, lo que puede afectar negativamente a muchas plantas. Sin embargo, algunos cultivos han desarrollado tolerancia a estas condiciones y pueden crecer saludablemente en suelos alcalinos. Entre estos, encontramos:

  • Espinaca: Puede crecer en un rango amplio de pH, mostrando buena tolerancia a la alcalinidad.
  • Remolacha: Se adapta bien a suelos alcalinos, produciendo buenos rendimientos.
  • Col rizada (Kale): Es otra verdura que puede manejar bien las condiciones de suelo alcalino.

    Frutas
  • Higos: Son especialmente tolerantes a suelos alcalinos y se desarrollan bien en estos ambientes.
  • Uvas: Varias variedades de uvas, especialmente las destinadas a la producción de vino, prefieren suelos alcalinos.

    Hierbas y Especias
  • Romero: Esta hierba mediterránea prospera en suelos alcalinos y secos.
  • Lavanda: Se desarrolla mejor en suelos bien drenados y alcalinos.

    Plantas Ornamentales
  • Clemátides: Flores trepadoras que se adaptan a un amplio rango de pH, incluyendo condiciones alcalinas.
  • Madreselva: Puede crecer en suelos alcalinos y es apreciada por sus flores fragantes.

    Árboles
  • Ciprés: Algunas especies de cipreses se adaptan bien a suelos alcalinos.

El aporte de materia orgánica es esencial para corregir estos suelos. Así, el abonado con humus de lombriz es ideal para lograrlo. 

Cuando se trabaja con suelos alcalinos, es importante realizar pruebas de suelo regularmente para monitorizar el pH y ajustar las prácticas de manejo según sea necesario.

Aunque estos cultivos pueden tolerar la alcalinidad, la mejora del suelo con materia orgánica y la aplicación de correctores de pH pueden ser necesarias para otros cultivos que desees plantar. Además, el uso de fertilizantes específicos como el humus de lombriz que incluyan quelatos de hierro y otros micronutrientes puede ayudar a asegurar que las plantas reciban la nutrición necesaria para un crecimiento saludable.

Neutros

La principal ventaja de tener un suelo con pH neutro es su equilibrio y la buena disponibilidad de nutrientes. Son suelos saludables. Además, es mayor el número de plantas que se desarrollan correctamente en él. Su estructura y capacidad de retención de agua facilitan los cultivos. Y si necesitas zonas ligeramente más ácidas o alcalinas para alguna planta concreta, es más fácil cambiarlo.

Para conservar la neutralidad del terreno lleva a cabo aportes periódicos de materia orgánica y laborea el huerto para cuidar su oxigenación

La textura del suelo y su efecto en el crecimiento de las plantas 

La composición del suelo determina su estructura. Y esta es clave para cuestiones tan relevantes para las plantas como la retención del agua, la aireación del terreno y la facilidad para absorber nutrientes.

Un suelo saludable y con buena textura tiene un óptimo equilibrio entre arena, arcilla, limo y materia orgánica que mejora la aireación y la retención hídrica. Por contra, un exceso de arcilla compacta el terreno. Así dificulta que contenga agua y oxígeno y dificulta la absorción de nutrientes. Tampoco es conveniente un terreno demasiado arenoso, ya que el agua se drena con demasiada rapidez y no retiene los nutrientes. 

La mejora del suelo es esencial para el jardín y el huerto domésticos y la calidad y desarrollo de sus plantas. Los aportes orgánicos contribuyen a mejorar su estructura, pH y concentración de nutrientes.

Puedes comprar humus de lombriz y realizar aportes periódicos para mejorar la composición del suelo de jardín o huerto y tener un suelo saludable. 

Mejorando la salud de tu suelo: consejos para un suelo saludable 

Las tareas para la mejora del suelo son muy importantes en un huerto y en un jardín, sea cual sea su tipo inicial. 

  • Realiza aportes de abonado orgánico de calidad. El papel de las enmiendas orgánicas con humus de lombriz es beneficioso para todos los tipos de suelos. Mejora su estructura, fertilidad y capacidad de retención de agua.
  • Si aportas materia orgánica de forma periódica observarás que la tierra no se apelmaza y por tanto no tendrás que labrar, ya que esto perjudica la estructura del suelo.
  • Realiza rotación de cultivos no solo en el huerto, también en el jardín. 
  • La jardinería sostenible y el cuidado sostenible del huerto ayuda a su mejora y conservación.

La importancia de un suelo saludable para un jardín y huerto sostenibles

La importancia de mantener un suelo saludable es esencial para el éxito de un jardín o huerto y el mejor desarrollo de sus plantas. Pero también es de gran relevancia para promover la biodiversidad y la sostenibilidad ambiental

Adopta prácticas de jardinería sostenible y reducción de las necesidades hídricas para cuidar tu huerto o jardín y disfruta de sus ventajas y tu contribución al medio ambiente. En Crickwoo te ayudamos a lograrlo. Visita nuestra tienda para comprar humus orgánico de lombriz en Crickwoo para el cuidado y mejora continua del suelo con aportes a lo largo de todo el año.

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